En este número, se explora cuánto da de sí una línea de investigación en torno al encuentro entre la lingüística histórica y la memoria, y cuánto poder explicativo ofrece el concepto de memorialización lingüística. En los estudios aquí presentados, se exponen correlaciones entre teorías del cambio lingüístico y las condiciones políticas del tiempo en que emergen así como el desplazamiento de la lingüística histórica desde el dominio de las ciencias del lenguaje hacia la plaza pública como acto de memorialización. Para articular el análisis, se acude al lieux de mémoire con las tres propiedades que Pierre Nora le asigna: es material, es decir, procesado sensorialmente por los individuos; es simbólico, pues da sentido a las experiencias históricas y a la identidad comunitaria, y es funcional porque juega un papel socio-político.