Resumen
Es común que en un proceso de colonización la lengua y la cultura del pueblo dominado sean avasalladas. Como generalmente se parte del principio de que el pueblo dominado está en condiciones de salvajismo, se imponen políticas de negación y menosprecio hacia el colonizado que terminan privilegiando la lengua y la cultura del colonizador. Trataremos aquí del caso de la Sierra Nevada de Santa Marta, en la región caribe colombiana, y específicamente de la colonización adelantada por el Estado (con misioneros a la cabeza) y por campesinos criollos venidos del interior del país desde comienzos del presente siglo. Durante este proceso se activó un dispositivo que permitió, por una parte, la difusión del español y, por otra, la anulación de las lenguas indígenas. Medidas que fueron reforzadas mediante la institucionalización de la escuela y por la prohibición de los sistemas educativos autóctonos y del uso de la lengua vernácula.