Resumen
Una de las primeras observaciones —si no es que la primera— sobre el español hablado en América, de que tenemos noticia, se refiere precisamente al dominio de la fonética. Aludo, claro está, a la que, hacia 1666, hizo Lucas Fernández de Piedrahíta —futuro obispo de Santa Marta — al escribir, en Madrid, la Historia general de las conquistas del Nuevo Reino de Granada, obra publicada en Amberes, en 1668, donde, refiriéndose a los hablantes del puerto de Cartagena de Indias, escribe: "Los naturales de la tierra, mal disciplinados en la pureza del idioma español, lo pronuncian generalmente con aquellos resabios que siempre participan de la gente de las costas de Andalucía". Testimonio éste en que — si no recuerdo mal — reparó por primera vez Rufino José Cuervo y que ha sido reiteradamente citado y comentado.