Resumen
El año de 1986 fue para los colombianos el año de Caro, pues en él se rindió homenaje a este gran político de la historia nacional, con motivo del centenario de la Constitución elaborada esencialmente por él y que, con ligeros retoques, sigue en rigor todavía hoy. El humanista y filósofo, cuya fama va mucho más allá de las fronteras colombianas, cumplió — por lo menos en su sentido teórico — el optimismo de Platón; pero está moral y científicamente demostrado que la fidelidad a los principios que no se queda en pura declaración de intenciones, no es precisamente una virtud que garantiza éxito en la práctica política
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