Resumen
El movimiento erasmista italiano, lejos de gozar de una protección oficial similar a la que le sería dispensada en España y ajeno a todo intento de organización doctrinaria, estaba condenado de antemano a una libertad de movimientos mucho más restringida que en el resto del territorio europeo. Desaparecido León X, la actitud ambigua de la Curia — en la que en vano buscaremos equivalentes a la figura del inquisidor Alonso Manrique— favorecería en su fase inicial el éxito de una fórmula recurrente en las controversias de este período (1520-1535): la calificación de "Erasmo luterano".
Descargas
Los datos de descargas todavía no están disponibles.