Resumen
No creo que sea muy aventurado afirmar que el único camino viable para hacer una descripción rigurosa y exhaustiva de la gramática de cualquier lengua natural es el del estudio de las invariantes de contenido, ya sean morfológicas o sintácticas. Y si las cosas no pueden ser de otra manera, es sencillamente porque las lenguas son en esencia entes culturales constituidos por un número siempre determinado de intuiciones semánticas más o menos estables, que se manifiestan mediante algún mecanismo formal, bien sea una expresión, bien una distribución diferenciadas. Este plano fomal es un mero instrumento de aquellas que conforman lo esencial del organismo lingüístico y, como lo ha puesto de manifiesto la moderna ciencia del lenguaje, tiene sus propios cánones.