Resumen
Por extensas y profundas que hayan sido las indagaciones críticas hechas al acontecimiento literario que llamamos modernismo, muchos aspectos de esta extraordinariamente rica manifestación literaria quedan aún por explorar. Como siempre, son los lugares comunes los que nos suelen dificultar la tarea de ver claramente nuestro tema. En este caso, concretamente, me refiero al concepto tan socorrido de que los modernistas fueran estetas que tendieran a valorar sobre todo la delicadeza en la expresión, esforzándose por crear obras primordialmente elegantes y sofisticadas. Aunque sin duda esto es cierto en gran parte, semejante generalización ha tendido a eclipsar la presencia de un elemento que no solemos asociar con tal preferencia refinada, y es este el elemento de la violencia.