Resumen
El funcionalismo y el formalismo son las alternativas de un debate que ha animado toda la historia de las teorías lingüísticas y ha determinado las posiciones filosóficas frente a ellas. El primero está típicamente representado por el paradigma wittgensteiniano y manifiesto en gramáticas de tipo funcional; el segundo por el paradigma chomskyano y explícito en gramáticas de corte formalista. Aun si la interdependencia entre lo formal y lo funcional en lingüística permite constituir un isomorfismo con dicotomías tan complementarias como lengua-habla, competencia-actuación, a un nivel metateórico la conciliación entre estas dos corrientes es inconcebible. Cada una de ellas refleja una posición particular ante el lenguaje: la formal define el lenguaje como 'competencia', es decir, como un fenómeno físico; la funcional lo define como una red de normas sociales, es decir, como un hecho social.