Resumen
"Viendo estas líneas en la portada del presente libro" —escribió don Marco Fidel Suárez en el prólogo de la primera edición del Tratado de pruebas judiciales, por Carlos Martínez Silva—, "el lector recordará tal vez ciertos usos algo estrafar larios, por ejemplo, que el auriga vaya acomodado en el coche, en tanto que el señor maneja las riendas. Así suele ser la moda, y ya se sabe que en materia de prólogos ella va entrando por mucho". Nosotros la seguiremos esta vez más por obediencia que por afición, pues no podemos negarnos a satisfacer el respetable capricho del Director del Instituto Caro y Cuervo, don José Manuel Rivas Sacconi, uno de los más autorizados valores de la cultura nacional, justamente alabado por su excelente bosquejo histórico del humanismo colombiano.