Resumen
Sabido es que la vida de Juan Pablo Forner fue una continua e ininterrumpida querella literaria. No creo que haya otra personalidad en el último tercio del siglo XVIII español más destacada que la suya en el campo de la polémica satírica. Desde poco después de su llegada a Madrid (1778) hasta el año de su muerte (1797) se mantuvo a lo quijote en la palestra, pluma en ristre, repartiendo mandobles a diestra y siniestra, con razón o sin ella, a cuantos contemporáneos pasaban por su lado: Laviano, Nipho, Trigueros, Ignacio López de Ayala, García de la Huerta, León de Arroyal, Tomás Antonio Sánchez, Vargas Ponce, El Censor, El Apologista Universal, El Memorial literario, El Correo de Madrid o de los Ciegos, etc., etc., sufrieron el rigor de su clava venenosa.