Resumen
En un nivel cultural, hacia finales del siglo XVII en las regiones de habla española de América, se produce una separación entre los criollos por el poder político y económico. El grupo dominante, encargado del gobierno, y el de aquellos que poseían grandes fortunas, pero que se vieron alejados, por causas ajenas, de los movimientos producidos en lo político-económico. Estos últimos promueven el papel del saber y de la erudición como una de las ventajas más grandes que puede manifestar la humanidad, de la cual ellos se convierten en representantes. El conocimiento adquirido, en esta forma, se equipara y se refrenda con las posesiones materiales, una de cuyas manifestaciones es la acumulación de libros, gran parte de ellos escritos en latín, que se almacenan en grandes bibliotecas en el Nuevo Mundo.