Resumen
Don José Antonio Soffia, a la fecha de su designación para llevar la representación diplomática de Chile ante el gobierno de Colombia, tenía una sólida reputación como hombre de letras y funcionario público. Por esos días los nombramientos diplomáticos eran de la responsabilidad del Ejecutivo, y solo algunos años más tarde (1892) se encaró una reforma, según la cual era necesario el acuerdo del Senado para realizarlos. Corrían los dramáticos días de las últimas jornadas bélicas de la guerra del Pacífico, y a fin de reforzar su situación diplomática ante los países amigos, el gobierno de la Moneda resolvió acreditar en cargos diplomáticos a vigorosas personalidades del mundo intelectual, entre ellas el publicista don José Victorino Lastarria y el poeta don José Antonio Soffia.